ACEPTAR LA EVIDENCIA
Cuando nos damos cuenta de que nuestra pareja ya no nos quiere, el sentimiento es tan doloroso que el primer impulso es negar lo que está sucediendo. Intentamos creer que pasará, que sólo se trata de una crisis. No nos engañemos: cuando llegamos al punto de no sentirnos queridos, no estamos ante un malestar pasajero, nuestro sentimiento de alarma no es caprichoso. Conviene escucharlo.
NADIE ES IMPRESCINDIBLE
Nadie, absolutamente nadie, es imprescindible en nuestra vida salvo nosotros mismos. Si no fuera así, el ser humano no podría superar las pérdidas como siempre lo ha hecho. Es importante tener presente que, en la película de nuestra vida, los protagonistas somos nosotros y no es bueno ni sano adjudicarle ese papel a otro.
DEFENDER LA AUTOESTIMA
Cuando aceptamos con resignación este tipo de situaciones, ponemos en riesgo nuestra autoestima.
Si toleramos una situación de humillación cotidiana, perdemos respeto por nosotros mismos. Es importante no olvidar que merecemos ser amados.
COMENZAR UNA NUEVA VIDA
Estar anclados en una relación que no es gratificante no sólo provoca infelicidad sino que nos impide abrirnos a nuevas oportunidades, más plenas y gratificantes. Intenta ser consciente de que no actuar significa renunciar a una nueva vida, a la satisfacción de tus deseos más íntimos.
JULIA ATANASOPULO
Directora del Centro Andaluz de Psicoterapia.
(Enviado por Angi)