Textos de motivación

Aquí podrás leer aquellos mensajes que nos han dejado algo por aprender. Estos textos en su mayoría corresponden a los miembros del grupo 'Navegando en tu Interior' . Si algo te motivó en lo que leíste puedes dejar tu comentario al pie de cada texto.

miércoles, 16 de mayo de 2007

Visualización y Energía




Coloca tu cuerpo en una posición cómoda, puede ser sentado o acostado. Luego trata de regular tu respiración, haciéndola más profunda y lenta. Relaja tu cuerpo lentamente, empezando por los pies y subiendo por tu cuerpo hasta llegar a tu cabeza. Escucha atentamente tu cuerpo y concéntrate en los latidos de tu corazón, haciéndolos más lentos y tranquilos.

Cuando sientas que tu cuerpo está totalmente relajado, visualiza en medio de tu pecho una pequeña luz, puede ser blanca o azul, la que prefieras. Esta visualización debes acompañarla de sensaciones reales en tu cuerpo, como algo de calor producido por esta luz. Deja que tu pecho se llene de esta luz mientras se va formando una pequeña bola de energía compuesta por esta luz. Lleva esta luz por todo tu cuerpo, lentamente. Lleva esta esfera de luz a tus pies y tus piernas, luego llévala por tu vientre y tu corazón, pasa la esfera por tu cuello y por tu cabeza. Por último lleva esta esfera de luz de nuevo a tu pecho y visualiza como esta se divide en dos y pasa lentamente por tus brazos hasta llegar a tus manos. Allí la energía sale por la punta de tus dedos y se aloja en la palma de tus manos, formando dos esferas de luz dentro de ellas. Únelas, formando una gran esfera de luz. Mantenla allí unos instantes, siente como es su forma, su tamaño, siente si es fría o caliente, siente si tiene algún peso. Luego suelta esa energía al aire; siéntete liberado y ligero como una pluma.

Esta técnica también la puedes emplear para dirigir la energía para un objetivo en específico o para liberar tu energía en un ritual.


El Árbol
Este ejercicio es ideal para cuando te sientas decaído, falto de energía. Los árboles son receptores por excelencia de la energía que emana el sol, por esto, cuando esta nos hace falta, los árboles nos pueden brindar un poco.

Escoge un árbol grande, lleno de vida, mejor si está rodeado de mucha naturaleza. Siéntate a su lado en posición de flor de loto o en una posición que te resulte cómoda. Coloca tus manos en el árbol, tómalo firmemente. Empieza a respirar profundamente y a relajarte. Visualízate a ti mismo sentado junto al árbol. Puedes ver adentro del árbol, como si su corteza fuera de vidrio. Visualiza los canales por donde corre la sabia mientras rodea el árbol por todos lados, como nacen en las raíces y recorren el tronco del árbol y como muchos otros canales se desprenden del canal del tronco y llegan a cada una de las hojas. Ve cómo suben los canales hasta la copa del árbol y vuelven a bajar hasta llegar de nuevo a las raíces.

Ahora ve cómo un canal empieza a nacer del canal del tronco y se dirige a tus manos, las atraviesa y empieza a recorrer todo tu cuerpo, llegando a cada rincón del mismo. Siente como la sabia, que es la vida del árbol, empieza a recorrer tu cuerpo, limpiándolo y llenándolo de nuevo de energía y vitalidad. Visualiza como el sol lanza sus rayos de energía a la tierra, los cuales son absorbidos por las hojas del árbol y llegan a ti a través de los canales de tu cuerpo. Eres uno con el árbol.
Cuando te sientas de bien, lleno de energía, visualiza como los canales de tu cuerpo se empiezan a recoger y a desaparecer, el canal que te unía con el árbol vuelve al canal principal y el árbol se hace visible de nuevo. Abre los ojos y dale gracias al árbol por haber compartido su energía contigo.


(Enviado por Ceci)


Aprendiendo a amar


Yo estoy aprendiendo...

Yo estoy aprendiendo a aceptar a las personas, aún cuando ellas me defrauden, aún cuando se salgan del ideal que yo tengo de ellas, y aún cuando ellas me hieran con palabras ásperas o acciones irreflexivas.

Es difícil de aceptar a las personas así como ellas son, y no como yo quiero que sean. Es difícil, muy difícil, pero estoy aprendiendo, porque yo estoy aprendiendo a AMAR

Yo estoy aprendiendo a escuchar. Para escuchar con los ojos, con los oídos, con el alma, y con todos los sentidos, lo que dice el corazón, lo que dicen los hombros caídos, los ojos tristes, y las manos inquietas. Para escuchar el mensaje que esconden las palabras, para descubrir la angustia guardada, la inseguridad enmascarada, y la soledad encubierta. Para penetrar en la sonrisa falsa, la felicidad simulada, y la adulación exagerada. Para descubrir el dolor de cada corazón, para descifrar el porqué de las lágrimas. Poco a poco, yo estoy aprendiendo a amar.

Yo estoy aprendiendo a perdonar, porque el amor perdona, limpia las heridas, y borra las cicatrices que la incomprensión e inseguridad grabaron en mi corazón herido. El amor alivia la herida que dejaron los pensamientos dolorosos, y no cultiva las ofensas con piedades y autocompasión. El amor perdona, da alivio, y extingue todo el dolor en el corazón.

Yo, paso a paso, estoy aprendiendo a perdonar y a amar. Yo estoy aprendiendo a descubrir el valor dentro de cada vida. Estoy aprendiendo que el afecto y la aceptación, son necesarias para soportar las experiencias duras vividas a lo largo de los años.

Yo estoy aprendiendo a ver el alma de las personas, y las posibilidades que Dios les dio. Yo estoy aprendiendo, aunque tropezando, yo estoy aprendiendo. Estoy aprendiendo a poner de lado mis propios dolores, mis intereses, mi ambición y mi orgullo, cuando éstos impiden el bienestar y la felicidad de alguien.

!Pero, cómo es de lento aprender¡, y !cómo es de difícil amar!. Aún así, yo estoy aprendiendo a AMAR.

¿Y tú, ya sabes AMAR?


(Enviado por Ceci)

jueves, 3 de mayo de 2007

La Soledad


La soledad no es que no haya nadie.
La soledad es ir acompañado por la calle,
ver algo que nos llama la atención y
saber que uno no puede comentarlo,
porque al que viene a nuestro lado no le importa,
o no nos escucha, o se encoge de hombros,
o mira y ni siquiera se encoge de hombros.

La soledad es oir que ponen en la radio
aquella vieja melodía que nos eriza la piel
y nos vuelve de dieciocho años los recuerdos...
salir corriendo para decirle: "Ven...
ven a escuchar..."y que él responda ya voy...
y cuando llega al cuarto o a la cocina o
al salón, allá donde lo espera tu corazón
y tu impaciencia, el locutor está diciendo:
"La melodía que acabamos de escuchar era..."

La soledad es que él haya regresado a casa,
y en vez de quedarse contigo en la cocina
mientras fríes unas milanesas,
se vaya a leer el diario o
a mirar el noticiero de T.V.

Y es, que se olvide de que antes de irse
a trabajar, a la mañana, quedaron en ir
al cine por la noche y al llegar por la
noche se quite los zapatos, la corbata y
la chaqueta y no mencione ni por
casualidad la invitación de la mañana.

La soledad es estar esperando,
aunque el que esperemos esté
junto a nosotros... junto, al lado...
pero no CON NOSOTROS.
Oyéndonos, no escuchándonos.
Mirándonos, pero no viéndonos.
Estando...no acompañando, ni participando,
ni tratando de entender.

La soledad es querer gritar que aquí,
dentro del pecho, se revuelve un dolor formado
por silenciosos llantos disimulados,
preguntas sin respuesta. Es que no podamos
decir que nos va mal, pero que tampoco
podamos decir que hay una luz
de entusiasmo y de ganas en nuestra vida.

ES RESIGNARSE a que los demás lo vean
a uno como apacible y dulce.
Que piensen que esa apariencia es
producto de una maravillosa paz interior,
de una sabiduría que los años han
ido dejando lujosamente en nuestro ser.

La soledad es empezar a decir:
"Me da lo mismo" o "No te preocupes...",
cuando quisiéramos gritar:

"DEBE SER HOY Y AHORA" "QUIERO IR...
QUIERO HACER...QUIERO VER...
QUIERO HABLAR"

"Dios mío,quiero hablar."
Hablar y hablar hasta decirlo todo,
hasta sacarnos de adentro todas las palabras
que el miedo y la tristeza y el desgano
han ido amontonando y mutilando y
nos pesan como si fueran bloques de granito...

La soledad es saber que la piedad de los
demás no existe, que la infelicidad les
causa espanto y miedo porque temen
que sea contagiosa...es saber que
para estar acompañados hay que bañarse,
hay que peinarse bien, vestirse
cuidadosamente y parecer totalmente
despreocupados y dichosos, sin necesidades
apremiantes, sin problemas...y sin que nadie,
nadie se de cuenta que estás solo.


Poldy Bird

Todo tiene razón de ser


Algunas veces, las personas llegan a nuestras vidas y nos damos cuenta que esto pasa porque debe ser así; para servir a un propósito, para enseñar una lección, para descubrir quienes somos en realidad, para enseñarnos lo que deseamos alcanzar, tu sabes quienes son esas personas, y cuando fijas tus ojos en ellas, sabes que cambiarán tu vida de una manera profunda.

Algunas veces te pasan cosas que parecen desproporcionadas, dolorosas e injustas, pero en realidad entiendes que si no superas esas cosas, nunca conocerás tu potencial, tu fuerza o el poder de tu corazón.

Todo pasa por una razón en la vida, nada sucede por casualidad o por suerte... enfermedades, amor, momentos perdidos de grandeza o de puras tonterias, todo ocurre para probar los límites de tu alma.

Sin estas pequeñas pruebas, la vida sería como una carretera recien pavimentada, suave y lisa. Una carretera directa sin rumbo a ningún lugar, plana, cómoda y segura; mas... empañada y sin razón.

Las personas que conoces afectan tu vida, las caidas y los triunfos que tu experimentas crean la persona que eres. Incluso, se aprende de las malas experiencias, es más, quizas sean las mas significativas... si alguien te hiere o rompe tu corazón, dale las gracias porque te ha enseñado a amar y a abrir tu corazón y tus ojos a las cosas pequeñas pero valiosas.

Haz que cada día cuente y aprecia cada momento, además de aprender todo lo que puedas, porque quizás más adelante no tengas la oportunidad de hacerlo.

Escucha a la gente, permitete enamorarte, liberate y permitete poner tu vista en un lugar elevado, mantén tu cabeza en alto porque tienes todo el derecho de hacerlo, repitete a ti mismo que eres un ser magnifico y créelo; si no crees en ti mismo nadie más lo hará.

Crea tu propia vida, encuéntrala y luego vívela... no olvides que el universo tiene un plan maravilloso para cada uno de nosotros y debemos aprender a descubrirlo.



Desconozco su autor

(Enviado por Ceci)